Sr. Presidente,
Distinguidos Delegados,
Señoras y Señores,
 
    Ante todo,  quiero comenzar felicitando a Su Excelencia el Sr. Al-Nasser al asumir sus funciones  como Presidente del 66° período de sesiones de la Asamblea General  de las Naciones Unidas. Expreso mi gratitud a Su Excelencia el Dr. Deiss, el  anterior presidente, por sus dedicados esfuerzos durante su gestión como  presidente. También desearía presentar mis respetos a Su Excelencia, el  Secretario General Ban por su conducción.
    Este ha  sido un año de desafíos extraordinarios para Japón. Apenas han transcurrido poco  más de seis meses desde que nuestro país sufrió el Gran Terremoto del Este de  Japón. Hubieron más de 20.000 personas muertas o desaparecidas, y las casi  40.000 que debieron ser evacuadas continúan aún hoy afrontando necesidades en  sus vidas cotidianas. Me siento verdaderamente orgulloso de ver cómo se  manifiesta el noble espíritu del pueblo japonés ante la desesperación y la  adversidad. Al mismo tiempo, me conmovieron profundamente los fuertes  sentimientos de compasión demostrados por los habitantes del mundo entero hacia  Japón. Son muchas las historias inolvidables.
    La    Sra.   Rita  Retnaningtyas, una aspirante a enfermera indonesa que estaba haciendo una  pasantía en el Hospital Miyagi, evacuó a 120 pacientes del hospital hasta un  lugar más seguro justo antes de que arrasara el tsunami. Ella misma permaneció  en el hospital durante varios días, ocupándose de los pacientes ante la falta  de suministro de agua y electricidad.
    En Brasil,  los niños de un pueblito rural juntaron monedas y nos enviaron su contribución  en una lata de estaño. Supe que, cuando les preguntaron por qué, uno de los  niños respondió que era porque Japón, un amigo de Brasil, estaba sufriendo.
    Estudiantes  universitarios de Kenia se reunieron en Nairobi en memoria de las víctimas  japonesas del terremoto. Cantaron a coro la popular canción japonesa conocida en  el exterior como “Sukiyaki”, cuyo título original japonés significa “Caminemos  mirando hacia arriba”, diciendo que querían ofrecer la canción al pueblo  japonés.
    Estas no  son más que algunas entre decenas de miles de esas historias. El mundo expresó  su amistad y su solidaridad, además de elogiar a los japoneses  inmediatamente después del terremoto. En  nombre del pueblo japonés, expreso mi sincera gratitud por la generosa ayuda  extendida desde el mundo entero. Estos vínculos entre Japón y la comunidad  internacional serán recordados para siempre por los japoneses.
    Desde el  11 de marzo, en toda la región japonesa de Tohoku resuenan los ecos de la  recuperación. El Gobierno del Japón viene realizando todos los esfuerzos a su  alcance para restablecer y reconstruir las zonas afectadas por el desastre. La  vida cotidiana de quienes viven fuera de estas zonas, como el área  metropolitana de Tokio, prácticamente han vuelto a la normalidad. La  infraestructura y la economía de las zonas costeras de Tohoku, que fueron  arrasadas por el tsunami, están recuperándose. Las cadenas de abastecimiento de  alimentos dañadas han sido restablecidas casi en su totalidad. Destacamos así el  papel que desempeñan las empresas japonesas, incluidas las pequeñas y medianas,  sosteniendo el crecimiento de la economía global.
    Estamos  avanzando en forma constante para asegurar un control estable de la situación  en las Centrales de energía nuclear Fukushima Daiichi, de Tokyo Electric Power  Company (TEPCO). Actualmente, nuestros esfuerzos están centrados en mover el  período existente fijado como meta para lograr el nivel de cierre frío, hacia  fines de este año. Quedan pendientes muchos problemas por resolver, como la  eliminación de los escombros y el restablecimiento del estilo de vida de los  japoneses en las zonas afectadas, entre otros. Continuaremos participando  plenamente en los esfuerzos de restauración y reconstrucción, que serán nuestra  tarea de máxima prioridad, para que la renovación de Japón pueda llevarse a  cabo sin demora.
 
Sr. Presidente,
 
    En mi  carácter de nuevo líder del Japón, me siento profundamente honrado de discutir  y comunicar las ambiciones de Japón para el futuro del mundo, así como también  su visión diplomática con todos los que están aquí presentes en la Asamblea General  de las Naciones Unidas. El mundo está experimentando cambios profundos, como  los que se están produciendo en este momento en Medio Oriente y África del  Norte. Estos cambios han tenido lugar gracias a la toma de conciencia de muchos  individuos. Al experimentar el enorme terremoto en marzo, Japón volvió a recordar  la importancia de los vínculos con los habitantes del mundo. Nos hemos dado  cuenta plenamente de lo importante que es para una sociedad la responsabilidad  que cada individuo debe asumir. Nunca sentimos con tanta fuerza el significado  que tiene promover la seguridad humana. Estoy decidido a implementar la  diplomacia japonesa trabajando mano a mano con todos los líderes del mundo aquí  en Naciones Unidas, y con la determinación de hacer un aporte sustancial para  superar los retos que enfrenta el mundo y dar forma a un futuro más luminoso  para la humanidad.
 
Sr. Presidente,
 
    Permítame  abordar sobre los esfuerzos que realiza Japón por el crecimiento de la economía  mundial.
    Japón  tiene una larga trayectoria ayudando a los países en desarrollo a construir  sociedades ricas, mediante iniciativas para la construcción de nación y para el  desarrollo de los recursos humanos. Japón entiende muy bien, por experiencia  propia, que el motor del crecimiento económico es una clase media fuerte. Para  fortalecer a la clase media, es necesario construir una base social a partir de  la cual todos los individuos puedan aumentar sus capacidades y desarrollarlas  al máximo. Desde esa perspectiva, Japón continuará apoyando a los países en  desarrollo a través de la utilización activa de su Ayuda Oficial al Desarrollo  (ODA).
    No debemos  permitir que la actual incertidumbre económica global y la agitación financiera  obstaculicen los esfuerzos de la comunidad internacional por alcanzar el  crecimiento. Es vital que todos los países cooperen para crear armonía en medio  del caos actual. Personalmente, también me comprometo a hacer todo lo que esté  a mi alcance como nuevo líder del Japón.
    Lograr el  desarrollo económico conjuntamente con la salud fiscal es el desafío más  crucial que enfrenta el mundo en la actualidad. Japón avanzará con sus metas  para el restablecimiento de la sustentabilidad fiscal. A su vez, siendo  conscientes de que la revitalización de la economía japonesa está directamente relacionada  con la reconstrucción de la economía mundial, trabajaremos para fortalecer la  infraestructura industrial, el empleo y la conservación de la energía, a fin de  lograr una recuperación total del desastre del terremoto. A mediano y largo  plazo, tenemos el propósito de fortalecer la asociación entre otras economías  globales y la de Japón. También es importante que las actividades comerciales  no se vean perturbadas por la excesiva volatilidad cambiaria.
    Por otra  parte, para hacer realidad el crecimiento sustentable de la economía japonesa,  promocionaremos el logro de una sociedad con bajo consumo de carbono y una  transición hacia una economía verde. La clave para alcanzar estas metas es la  innovación tecnológica en las áreas de las energías renovables, el ahorro de  energía y el uso limpio de los combustibles fósiles, movimiento conocido como  “innovación verde”. Cerca del verano del año próximo, el Gobierno del Japón  creará una nueva estrategia y un plan relativo a la composición energética del  Japón a mediano y largo plazo para implementar un cambio energético audaz.
    Japón  mejorará aún más sus excelentes tecnologías, seguras, fiables y ecológicamente  sanas, representadas por las casas con bajo consumo de energía, los aparatos  eléctricos y los vehículos eléctricos. Haremos un aporte útil para el  crecimiento de la economía global y para un futuro mejor para todos en las  discusiones con miras a Río+20.
 
Sr. Presidente,
 
    Japón  buscará con todas sus fuerzas un futuro seguro y más luminoso. La elevación  vertical costera máxima sobre el nivel del mar del tsunami, que castigó el  distrito de Tohoku, llegó hasta los 40 metros, el valor más alto observado hasta  ahora en la historia del Japón. Hemos aprendido que debemos estar bien  preparados. En ese sentido, hay aportes que Japón, con la experiencia a sus  espaldas, está excepcionalmente capacitado para hacer.
    La primera  lección de la reciente tragedia en Japón es la importancia de la cooperación  internacional en la reducción del riesgo de desastres. Tenemos una larga  historia en cuanto a combatir y superar desastres naturales. De hecho, hemos  brindado apoyo activo en los esfuerzos para responder a los desastres ocurridos  en los años recientes, en zonas como Sumatra, Sichuan en China, Haití y Nueva  Zelanda. Estamos dispuestos a compartir con el mundo el conocimiento y las  capacidades que hemos acumulado, siendo un país que aprendió a coexistir  armoniosamente con la naturaleza. Como primer paso, llevaremos a cabo una  conferencia internacional el año próximo en la región de Tohoku alcanzada por  el desastre, para fomentar la cooperación internacional y hacer frente a los  desastres naturales. Sobre la base del resultado de la conferencia, Japón  propone organizar la Tercera Conferencia  Mundial sobre Reducción de Desastres en 2015. Japón asumirá un papel importante  en la comunidad internacional para crear una sociedad mundial capaz de resistir  a los desastres.
    A  continuación, Japón espera compartir el conocimiento y la experiencia que ha  adquirido en el campo de la seguridad nuclear. Celebro que ayer se haya llevado  a cabo la reunión de alto nivel sobre este tema a instancias del Secretario  General. Luego del accidente nuclear, Japón implementó medidas de seguridad de  emergencia y reforzó aún más su régimen de regulación de la energía nuclear. En  la reunión de ayer, expresé mi decisión de contribuir positivamente al  fortalecimiento de la seguridad global de la energía nuclear, aprovechando  nuestra experiencia en el accidente. El año próximo, Japón co-organizará una  conferencia internacional con la   AIEA para compartir los resultados de la evaluación global  del accidente en todos sus detalles, para colaborar con las distintas medidas  adoptadas por la comunidad internacional y elevar los estándares relativos a la  seguridad nuclear. Si bien algunos países, lamentablemente, todavía imponen  restricciones indebidas a las importaciones de Japón, nuestro gobierno  continuará brindando información pronta y exacta sobre esta cuestión, con  transparencia. Quisiera solicitar a todos los países tomar decisiones sensatas  fundadas en pruebas científicas.
 
Sr. Presidente,
 
    Las  amenazas globales siguen proliferando. Es esencial solucionar las causas fundamentales  de dichas amenazas dando a la vez pasos para abordarlas. Japón continuará  respondiendo a ambos desafíos con el fin de asegurar un futuro más pacífico y  luminoso.
Con  respecto al tema de la piratería frente a la costa de Somalia, seguiremos  participando activamente a través del despliegue permanente de dos destructores  y dos aviones de patrulla para combatir el problema en la zona.
    Japón se  propone realizar mayores esfuerzos para la erradicación tanto del terrorismo  como de sus causas. Pese a haber transcurrido una década desde los ataques del  11-9, nuestro dolor colectivo todavía no ha sanado. Y en este sentido, me  gustaría expresar mis sinceras condolencias por el fallecimiento del Sr.  Rabbani, presidente del Alto Consejo de la Paz en Afganistán. Japón reitera su firme condena  a estos atroces actos de terrorismo. A fin de evitar que Afganistán vuelva a  convertirse en terreno fértil para el terrorismo, continuaremos haciendo frente  al problema con una fuerte determinación. Japón se ha comprometido a proveer  aproximadamente cinco mil millones de dólares estadounidenses en ayuda, a lo  largo de cinco años desde 2009, con el foco puesto en la seguridad, la  reinserción de ex insurgentes en la sociedad y en el desarrollo, e implementará  su compromiso en forma continua.
    Están  siendo enviadas misiones de paz de las Naciones Unidas hacia Estados frágiles y  propensos al conflicto. Japón colaborará en los esfuerzos destinados a la  construcción de la paz participando activamente en esas operaciones. Debemos  mejorar aún más las condiciones para ello.
    Al mismo  tiempo, haremos todo lo posible por alcanzar el ideal de “Un mundo sin armas  nucleares” a través de programas como la Iniciativa para la No Proliferación y el Desarme o  NPDI.
El tema  nuclear y de los misiles de la República   Popular de Corea del Norte representa una amenaza para toda  la comunidad internacional, y Japón continúa instando a Corea del Norte a  emprender acciones concretas para su resolución. En particular, el tema de los  secuestros representa una violación de los derechos humanos fundamentales. Por  ello, se trata de un problema universal y de un tema de gran preocupación para  la totalidad de la comunidad internacional. Japón se compromete a continuar con  sus máximos esfuerzos por hacer realidad el retorno de todas las víctimas lo  antes posible, a través de una coordinación reforzada con otros Estados  miembros. Respecto a las relaciones Japón-Corea del Norte, nuestro país tiene  la intención de continuar sus esfuerzos por resolver íntegramente los temas de  preocupación pendientes, saldar el infausto pasado y normalizar las relaciones,  de conformidad con la   Declaración de Pyongyang entre Japón y Corea del Norte. Exhortamos  a Corea del Norte a dar pasos positivos para que nuestros países puedan mantener  un diálogo destinado a ese objetivo.
 
Sr. Presidente,
 
    En estos  últimos años, el rol de las Naciones Unidas ha adquirido más importancia que  nunca. Para que las Naciones Unidas aborde estas cuestiones en forma más  eficaz, Japón continuará apoyando el aumento de la efectividad, la eficiencia y  fortaleciendo las funciones de las Naciones Unidas.
    En este  sentido, la reforma del Consejo de Seguridad es absolutamente necesaria.  Debemos acelerar el proceso de reforma estancado. Todos los Estados miembros  deben comprometerse activamente en llevar a cabo la reforma con una idea de  urgencia y de que afectaría la credibilidad de Naciones Unidas. Japón se  propone lanzar una negociación considerable para la reforma con miembros de  ideas afines y para obtener logros tangibles durante este período de sesiones.
 
Sr. Presidente,
 
    Como  prometí hace unos momentos, Japón se recuperará del desastre del terremoto y  buscará un futuro más pacífico, seguro y luminoso de la mano de los líderes  aquí reunidos. Para ello, Japón mantendrá su contribución destinada al logro de  los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con la mira puesta en la salud y la  educación. Además, continuará realizando su aporte al desarrollo de África  organizando la Quinta Conferencia  Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África o TICAD V, en 2013. En lo  que se refiere al apoyo a los países en desarrollo para hacer frente al cambio  climático, implementaremos los compromisos asumidos en la Financiación  “Fast-Start” hasta el año próximo. Japón continuará brindando su apoyo más allá  de 2012.
 
Sr. Presidente,
 
    Hoy  desearía anunciar nuevos compromisos de Japón.
    En primer  lugar, deseo felicitar al pueblo de la República de Sudán del Sur por haber logrado su  independencia. Garantizo que Japón brindará su apoyo donde sea posible a los  esfuerzos destinados a la construcción de la nación en Sudán del Sur, así como  para la consolidación de la paz en la región. Japón anhela hacer contribuciones  para la Misión  de las Naciones Unidas en la   República de Sudán del Sur (UNMISS) en las áreas en las que  nuestro país se destaca. Desde este punto de vista, nos aprestamos a enviar  personal de las Fuerzas de Autodefensa japonesas para la Oficina Central de la Misión como funcionarios. Nos  interesa, asimismo, enviar una unidad de ingeniería de nuestras Fuerzas de  Autodefensa, hecho respecto del cual la   ONU ha manifestado elevadas expectativas. Japón llevará a  cabo, por lo tanto, el estudio de campo necesario lo antes posible.
    En segundo  lugar, Japón continuará participando activamente en los programas de la comunidad  internacional contra las crisis humanitarias. Uno de los retos más apremiantes  en este momento es la sequía en el Cuerno de África, que afecta directamente a  los niños de la región. Para mitigar este sufrimiento de la manera más efectiva  posible, brindaremos ayuda humanitaria adicional además de asistencia por el valor  aproximado de 100 millones de dólares estadounidenses, que ya ha sido  implementada.
    El último  compromiso que me gustaría anunciar se refiere a Medio Oriente y África del  Norte. Japón apoyará la reforma y los esfuerzos de democratización en esta  región, que en este momento está experimentando un cambio generalizado que se  suele conocer como “La   Primavera Árabe”. Para mejorar la situación del empleo y  apoyar el desarrollo de recursos humanos en la región, Japón está dispuesto a  otorgar un préstamo adicional en yenes, por el valor de aproximadamente 1.000  millones de dólares estadounidenses en total, destinado a proyectos  susceptibles de contribuir al desarrollo de infraestructura y al desarrollo  industrial. Además, brindaremos apoyo para garantizar elecciones transparentes  en Túnez y Egipto, donde está previsto que las votaciones se realicen en otoño  de este año. Para una nueva Libia, Japón apoyará los esfuerzos destinados a la  construcción de la nación en el país, en colaboración con la comunidad  internacional, utilizando su conocimiento, experiencia y su capacidad  tecnológica. Al mismo tiempo, Japón incrementará las relaciones económicas con  los países de Medio Oriente y africanos del norte, promocionando más el  comercio y la inversión, a través de medios como los seguros comerciales y los  préstamos a la exportación. Dado que la paz en Medio Oriente representa la  pieza clave para la paz y la estabilidad de la región, Japón realizará esfuerzos  activos, como ampliar la asistencia a los palestinos, para hacer realidad la Solución de los Dos  Estados.
    Para  concluir mi declaración de hoy, hablaré brevemente de lo que he sentido luego  del Gran Terremoto del Este de Japón. Después de los acontecimientos del 11 de  marzo de este año, sentí con fuerza la magnificencia de una sociedad donde cada  individuo emprende acciones de manera ordenada, una sociedad donde las personas  se ayudan entre sí. Además, todas las líneas de shinkansen, trenes balas, de Tohoku, incluido un tren que iba a 270 kilómetros por  hora en el momento del terremoto, hicieron paradas de emergencias en forma  segura, sin causar ni una sola herida. Creo que este hecho ha demostrado el  alto nivel y avance tecnológico que posee Japón.
    Creo, por lo  tanto, en la fuerza del pueblo japonés que se evidencia de forma más destacada  en los momentos de mayor crisis. Estoy seguro que esta resiliencia, tanto  humana como tecnológica, que no cede ante las grandes dificultades, será la  fuente misma de la futura contribución de Japón a la comunidad internacional.
 
Sr. Presidente,
  Distinguidos delegados,
  Señoras y señores,
 
    Asumamos  los retos para la resolución de los problemas que hoy enfrenta el mundo con la fuerte  determinación de abrir el camino a un futuro más luminoso para la humanidad.  Como nuevo líder del Japón, estoy decidido a avanzar paso a paso hacia un  futuro más pacífico, próspero y positivo, de la mano de los líderes reunidos  hoy aquí.
Tanto el  pueblo como el gobierno del Japón están resueltos a superar todas y cada una de  las dificultades. Continuaremos haciendo nuestra contribución con miras a un  futuro más luminoso para los habitantes del mundo.
    
    Desearía  cerrar mi declaración reiterando nuestra firme determinación.
    
    Gracias  por su atención.